Koh Hingam es una isla pequeña, inhabitada, que nadie se hubiera esforzado en visitarla, de no ser por los dioses que en su día decidieron adornarla con piedras preciosas. Preciosas si, por que los dioses – para ser exacto “The God Of Tarutao” (El Dios de Tarutao) – lanza una maldición en blanco dirigida a cualquiera que se atreve a coger siquiera una sola piedrecita de la isla. No te atrevas enfrentarte a él.
Si cogerlas no puedes, por lo menos puedes jugar con ellas. Los tailandeses construyen pequeños “chedis” de piedra y después se arrodillan delante de ellos para pedir deseos. Los occidentales, menos místicos, dibujan con blanco sobre negro diferentes mensajes. Como en la imagen de arriba.
Cómo llegar
En Ko Lipe se puede alquilar un barco de cola larga para el precio de 6-700 de THB. Entran de sobra 10 personas en cada uno. El camino hasta Hingham se recorre en aproximadamente 20 minutos.
Traducción al español de Laura Saracin.
Para más fotos, vez el artículo en rumano.
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